La familia residía en el barrio de O Toural, en la parroquia de Teis, y pertenecía a la comunidad evangélica, una religión minoritaria que sufrió severa persecución durante la Guerra Civil Española y la dictadura franquista.
[3] Los hijos de Ángela y José fueron separados de sus padres, quienes fueron obligados a marchar hacia la cima del Monte da Guía, un lugar donde se perpetraron numerosas ejecuciones extrajudiciales.
Allí, en un acto de brutal represión, ambos fueron fusilados por la espalda, un castigo ejemplarizante para disuadir cualquier apoyo a la oposición antifranquista.
[4][5] Su muerte fue un ejemplo de la represión que enfrentaron los disidentes y las minorías religiosas durante el franquismo.
En el Monte da Guía de Vigo, lugar donde Ángela y José fueron ejecutados, se ha instalado un monolito en su honor, un símbolo dedicado a la memoria de aquellos que perdieron la vida por sus creencias y su apoyo a los perseguidos.