Álvaro I del Congo

Para esto, promovió la paz con el obispo de Santo Tomé, que durante muchos años había rivalizado con el Reino del Congo, restaurando el orden religioso en el país.Por ejemplo, Don Duarte Lopes, embajador del Congo en Roma entre 1584 y 1588, explicaba que Álvaro asumió el reinado tras un acuerdo entre sus pares.En la concepción clásica, los Jaga eran un pueblo fiero del interior, generalmente identificado como "yakas" en la región de Bambata.Los Jaga se dividieron en varios ejércitos que saquearon y esclavizaron a miles de personas en todo el reino.Además, los Jaga de la antigua provincia del Congo “Mbamba” son distintos de los Jaga que invadieron Sao Salvador do Congo en 1568 y que fueron llamados "Yaka".Para François Bontinck, los "Yaka" son congoleños que invadieron Sao Salvador do Congo.El interpreta la invasión Yaka como una guerra de sucesión, esta guerra dio a los portugueses la oportunidad de intervenir en los asuntos internos del Congo y así justificar la intervención portuguesa, ya que era una ayuda dada al "gobierno legítimo" contra enemigos externos.Estos Jagas no lograron asentarse en el Congo debido a la acción de congoleños y portugueses.Estos enviados tenían otra misión, liberar a los cristianos negros que habían sido vendidos durante la hambruna.Pasaron otros tres años; finalmente, se envió un obispo a la isla de Santo Tomé, cuya silla había estado vacante durante mucho tiempo.Álvaro I maltrató al obispo, no permitió su entrada a la capital.Luego partió para Portugal, dejando seis sacerdotes en el Congo, cuatro de los cuales eran seglares y dos religiosos.Dos años más tarde, su sucesor, Felipe II de España, prometió al rey del Congo la ayuda espiritual.Le sustituyó Eduardo López, designado embajador del Congo en Madrid y Roma.López, después de dar cuenta del viaje, regresó en 1589 al Congo, donde aparentemente murió.