Álvaro Cubillo de Aragón

Nació en una familia acomodada, pero no terminó los estudios de leyes y ejerció la profesión de escribano en su ciudad natal, oficio por el que nunca sintió el menor entusiasmo.

Casó con la granadina Inés del Mar, y de ella tuvo doce hijos, por lo que anduvo siempre luchando con continuas estrecheces económicas.

Destaca especialmente en la comedia de costumbres, en la que se muestra un sagaz observador del detalle menudo y significativo.

Aunque no es original en la elección de los asuntos, su acabado técnico es perfecto.

Dejó constancia de sus ideas dramáticas en una Carta que escribió el autor a un amigo suyo nuevo en la Corte, donde declara su aborrecimiento por las comedias que tocan temas desagradables y horrores.

Otro valor de la comedia es la defensa que hace de la tolerancia y el perdón, que se refleja a través del tema del conflicto generacional: el viejo es inflexible, los jóvenes tolerantes.