Del ácido inosínico se derivan otros compuestos químicos importantes tal y como nucleótidos de las purinas o el adenosín trifosfato (cuya misión es la de almacenar energía en las células).
[5][6] Se emplea en alimentación desde los años sesenta como potentes reforzadores del sabor.
A veces las preparaciones culinarias normales proporcionan el IMP, tales son el Dashi japonés.
[7] Aparece en las sopas y en los aperitivos en los que se desea realzar el sabor a carne.
Este aditivo alimentario suele evitarse en los productos vegetarianos debido a que se elabora a partir de productos cárnicos, se reclama que aparezca en las etiquetas de los productos vegetales para que sea posible elegir su consumo.