[1] Se encuentran presentes en los lípidos, raramente libres, y casi siempre esterificando al glicerol (eventualmente a otros alcoholes).
[6] Varios alimentos contienen diferentes proporciones de grasas saturadas e insaturadas.
Algunos productos horneados comprados en tiendas también, especialmente aquellos que contienen aceites parcialmente hidrogenados.
La glándula mamaria posee los medios para producir grasas saturadas específicas, como los ácidos mirístico y láurico.
[15][16] El efecto de las grasas saturadas en las enfermedades del corazón ha sido ampliamente estudiado.
[17] Estudios han determinado relaciones fuertes, consistentes y graduadas entre la ingesta de grasas saturadas, los niveles de colesterol en la sangre y las enfermedades cardiovasculares;[18] las relaciones se han aceptado como causales.
[14] No obstante, existen estudios clínicos que muestran que la mortalidad global y debida a eventos cardiovasculares no disminuye como resultado de la reducción del consumo de grasas saturadas.
[15][21] En ese contexto, muchas autoridades sanitarias, como la Academia de Nutrición y Dietética,[22] la Asociación Dietética Británica,[23] la Asociación Estadounidense del Corazón,[18] la Federación Mundial del Corazón,[24] el Servicio Nacional de Salud Británico,[25] entre otros,[26][27] advierten que las grasas saturadas son un factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares.
[17] Una revisión de 2021 encontró que las dietas altas en grasas saturadas se asociaron con una mayor mortalidad por todas las causas y enfermedades cardiovasculares.