[1] Un sacerdote de barrio, siguiendo las recomendaciones del arzobispado, vende todo en su iglesia para modernizarse,[2]lo cual no gusta nada a sus feligreses.
Por ende, tiene una idea: realizar la representación de un Belén viviente y transmitirlo en televisión, para así hacer ganar fama a la parroquia y volver a atraer seguidores.
[3] El rodaje de la película tuvo como antecedente la clausura unos años antes del Concilio Vaticano II en 1965.
[4] El personaje de Martínez Soria ha sido descrito como «entrañable».
[4] El reparto de la película está formado por:[5]