En la cultura azteca , un tecpatl era un cuchillo de pedernal u obsidiana con figura lanceolada y hoja de doble filo, con extremos alargados. Ambos extremos podían ser redondeados o puntiagudos, pero otros diseños se hacían con una hoja unida a un mango. Puede representarse con la mitad superior roja, recordando al color de la sangre , en representaciones de sacrificios humanos y el resto blanco, indicando el color de la hoja de pedernal. [1]
Era el signo del día dieciocho, el vigésimo día del mes del calendario azteca y el inicio de una de las veinte trecenas del tonalpohualli .
El cuchillo Tecpatl era utilizado tradicionalmente por los aztecas para realizar sacrificios humanos, pero también era el arma de corto alcance de los guerreros jaguar . Aunque es posible que solo haya tenido un uso limitado en el campo de batalla, sus bordes afilados lo habrían convertido en un arma de mano eficaz.
Tecpatl, es uno de los símbolos iconográficos más complejos de la mitología azteca . Este cuchillo expresa múltiples significados que conllevan una visión compleja del mundo que se asocian estrechamente con las nociones de origen y sacrificio humano .
El Tecpatl nació en lo alto del cielo en forma de cuchillo, fue arrojado por su hermano y estaba destinado a descender del cielo a la Tierra. Cae en Chicomoztoc (El Lugar de las Siete Cuevas), conjunto primario de pueblos, fragmentándose en 1600 pedazos, y de esos fragmentos surgen mil seiscientos dioses, los primeros dioses de la Tierra. Estos dioses que emergen de las Siete Cuevas son los Centzonmimixcoa (cuatrocientas serpientes de nubes, o “incontables serpientes de nubes” - en náhuatl, 400 se usa para expresar ser incontable). Esto lo confirma otra versión del mito donde el pedernal sirve como marcador temporal de un evento, apareciendo como una fecha del calendario, como portador del año en que nacieron los Centzonmimixcoa: “En el año 1 nacieron los Tecpatl Centzonmimixcoa, Iztac Chalchiuhtlicue (La de la Falda de Jade) engendró al mixcohua número cuatrocientos. Entonces entraron en una cueva; y al entrar, su madre dio a luz a cinco Mimixcoa más”. [2]
En la versión de la Leyenda de los Cinco Soles , Tecpatl se convierte en marcador temporal del nacimiento de Centzonmimixcoa, y el nombre de la diosa madre cambia a Iztac Chalchiuhtlicue (La de la Falda de Jade).
Según Bernardino de Sahagún y Diego Durán presentan la homología entre este mito y el ritual. “Entre los adornos que usaban las mujeres que representaban a Cihuacoatl en las fiestas, también traían un pesebre a la espalda, para que trajeran a su hijo en él, y se paraban en el tianguis entre las otras mujeres, y desapareciendo dejaban el pesebre allí. Cuando las otras mujeres miraron lo que había en él, era un pedernal y eran hierros de lanzón, con los cuales mataban a los que sacrificaban”. Por su parte, Durán cuenta que sus sacerdotes “buscaron un pesebre para el niño y pusieron en él un cuchillo de pedernal con el cual sacrificaron al que llamaban hijo de Cihuacoatl”.
En la versión donde los Centzonmimixcoa nacen de los Tecpatl, el nombre de la madre es Citlalinicue . En la versión que es marcador temporal del nacimiento de Tecpatl, la madre es Iztac Chalchiuhtlicue , y en los ritos la madre de Tecpatl es Cihuacoatl. Tres invocaciones diferentes de las madres primordiales: Estrellas de la Falda, Ella de la Falda de Jade, la mujer serpiente que es a la vez una deidad guerrera, Tecpatl madre de los cuatrocientos Centonmimixcoa nacidos, los primeros dioses en la tierra, en Chicomoztoc , el vientre de los pueblos. [2]
En la mitología azteca , el tecpatl era a veces dibujado como una simple hoja de pedernal, afilada con algunas muescas en el borde, en el Códice Borgia aparece de color rojo. [3]
Tecpatl estaba asociado con el punto cardinal norte ( Mictlan ), [4] el lugar oscuro de la quietud eterna y el descanso de los muertos.
El antiguo Anáhuac , consideraba al Tecpatl como símbolo de Xiuhtecuhtli tletl (fuego protector de la hierba o fuego protector del año), siendo el método más antiguo para producir chispas (y fuego) al chocar dos pedernales. También se relaciona con Ehécatl , ya que en los códices se representa con vientos fuertes, es decir, que el aire corta como navaja, por lo que representaba a xopantla (primavera), la época de vientos fuertes. Según Diego Durán , el antiguo Anáhuac consideraba al Tecpatl como el peor signo del zodiaco, pues los hombres y mujeres nacidos bajo este signo eran felices pero propensos a la infertilidad. [4]
La imagen del tecpatl era un símbolo lunar y por lo tanto regía los acontecimientos agrícolas. Sus dioses patronos eran: Chalchiuhtotolin y Tezcatlipoca .
En la trecena de Ce Tecpatl (Un Pedernal), los dioses eran Tonatiuh y Mictlantecuhtli . El día de Ce Tecpatl (Un Pedernal), se celebraba una fiesta dedicada a Huitzilopochtli , dios patrono de Tenochtitlan . [5]
Año 1 de Tecpatl (1168): el pueblo azteca abandonó su lugar de origen, Aztlán , para emprender un largo y difícil viaje por las áridas tierras del norte, parte de lo que hoy se conoce como Ciudad de México . [6]
El tecpatl o cuchillo de sacrificio era un elemento importante en los rituales aztecas. El tecpatl era utilizado por los sacerdotes aztecas para abrir el pecho de las víctimas de sacrificios humanos y extraer el corazón que alimentaría a los dioses, con la esperanza de que las ofrendas trajeran bendiciones a la humanidad. [7] El procedimiento sacrificial más extendido entre los aztecas era la extracción del corazón. [6]
Existieron diferentes tipos de cuchillos, algunos de ellos aluden al sacrificio humano, siendo tallados como una silueta de calavera, donde la nariz era utilizada como filo del arma. [8]
En los pocos técpame que han sobrevivido, hay algunas representaciones de deidades en sus mangos. Un famoso ejemplo precolombino es la imagen tallada de una figura que usa tapones circulares en sus orejas y un gran adorno de arco hecho de plumas, que asocia a esta figura con Tonatiuh , el dios del sol. Los brazos de Tonatiuh parecen sostener la hoja del cuchillo. Este cuchillo en particular enfatiza la importancia de los sacrificios humanos para alimentar a los dioses, especialmente al dios del sol, que ilumina la tierra y sostiene la vida. [7]
El cuchillo de sílex, también está representado en las siguientes secciones de la Piedra del Sol :
En los relatos escritos por Fray Gerónimo de Mendieta sobre el origen de Tecpatl: Los Centzonmimixcoa fueron los primeros hombres-dioses, “serán como dioses que crearon a la humanidad y posteriormente serán degollados en Teotihuacan , unos saltando al fuego, los otros abriéndose el pecho con un cuchillo de pedernal , esto con el fin de que el nuevo Sol tenga movimiento y vida”. [2]
Esta historia está relacionada con dos elementos iconográficos principales de Piedra del Sol : uno es el Cuchillo de Pedernal (Tecpatl), y el otro es el glifo: Cuatro Movimientos ( Nahui Ollin ) [2]
En la versión de la Leyenda de los Cinco Soles , además del cuatrocientos, nacen cinco Centzonmimixcoa más. El dios Sol ( Tonatiuh ) envía a estos cinco Centzonmimixcoa para destruir a sus hermanos mayores, pero ellos no ofrecen nada de su presa al dios Sol, ni al Señor de la Tierra ( Tlaltecuhtli ). Entre estos cinco está Mixcoatl , a quien después de destruir al cuatrocientos Mimixcoa se le da un pedernal blanco que salió a borbotones del cuerpo de Itzpapalotl . Fue quemado (dedicado a Itzpapalotl ) y roto varias veces. De ahí salió primero el pedernal azul; la segunda vez fluyó pedernal blanco. Tomaron el blanco y lo envolvieron en una manta. La tercera vez brotó pedernal amarillo; ninguno tomó sólo sierra. La cuarta vez fluyó pedernal rojo; ninguno tomó. La quinta vez brotó el pedernal negro; ninguno tomó. Mixcoatl adoró a los dioses ofreciéndoles el pedernal blanco, que envolvió en otra manta; y lo cargó sobre su espalda y fue a pelear al lugar llamado Comallan, llevándolo como ofrenda a su dios, Itzpapalotl. [2]
En los códices aztecas , el mito cuenta que Tezcatlipoca cambió su nombre a Mixcoatl en el segundo año después del diluvio y hace fuego con dos trozos de pedernal. Lo que explicaría la razón por la que, en la Piedra del Sol , el Tecpatl porta el glifo de Tezcatlipoca . El Tecpatl, vinculado al origen del fuego, también se identifica como símbolo del Sol y las estrellas. [2]
En los códices, la Luna suele representarse sobre un marco de noche oscura, como una especie de vasija cortada en forma de cruz y generalmente llena de una forma líquida. La vasija parece estar formada por un hueso torcido, y en su interior casi siempre se encuentra la figura de un conejo, un tecpatl o a veces un pequeño caracol. En ocasiones la Luna se representa de la misma forma que el Sol, con rayos, pero con colores diferentes y con un caracol o tecpatl en el centro. [10]
En el Códice Borgia , el cuchillo de sílex se impone dentro del glifo lunar en sustitución del conejo. Esta sustitución, sin duda, hace referencia a la relación entre la Luna y la muerte. La Leyenda de los Cinco Soles , el nombre del dios lunar es Nahui be Tecpatl (cuchillo de cuatro pedernal).
En otras representaciones más elaboradas además de la forma básica, el tecpatl puede aparecer antropomorfizado , con dos a siete dientes y un ojo en la región central, el cual presenta una pupila al centro y una ceja en la parte superior; este ojo es similar al que se muestra en la imagen de mizquitli (muerte). [4] Otras veces estaba construido en un elaborado mango hecho de madera o piedra con incrustaciones de turquesa y concha.
En otras ocasiones, el sílex era representado deificado, erizado de dientes o colmillos y con mandíbulas con un solo ojo. [11]
Un cuchillo encontrado en el Templo Mayor de Tenochtitlan , muestra un perfil de un rostro que presumiblemente representa al portador del año tecpatl (una deidad menor). Sus dientes y ojos estaban acentuados con incrustaciones de pedernal blanco y obsidiana, una roca volcánica. Al ser un cuchillo sagrado de sacrificio se le relaciona simbólicamente con Mictlan , la parte inferior del universo donde habitan los seres demacrados. Mictlan estaba asociado con el color negro y el tecpatl (cuchillo de sacrificio). Este cuchillo se asocia con el dios negro Tezcatlipoca , quien encarna un cuchillo de obsidiana que representa al viento negro. Como cuchillo de sacrificio, también se le asocia con el Norte (la dirección de la muerte) y el dios desollado Xipe Totec . [7]
El cuchillo insertado en la cavidad nasal simboliza “cortar el aire”, elemento vital para simbolizar la muerte. [12] La lengua en forma de cuchillo de obsidiana (tecpatl) expuesta al exterior, indica la necesidad de ser alimentado con la sustancia mágica que era la sangre humana que fluía del corazón. [13]
En las excavaciones del Templo Mayor se encontraron 33 máscaras-cráneo que representan a Mictlantecuhtli (dios de la muerte); hechas con la porción rostral de cráneos humanos, adornadas con concha y pirita para representar los ojos, y cuchillos de sacrificio para simular nariz y lengua. [14]
En el Códice Borbónico , la lengua de Xólotl está hecha de pedernal y lleva otro cuchillo con su mano derecha. Tlaltecuhtli (Señor de la Tierra), se encuentra en varias esculturas y manuscritos, con tecpatl representando la lengua de la deidad. En la Piedra del Sol , la lengua del rostro central de Tonatiuh es un tecpatl. En el Códice Borgia, Mictlantecuhtli (señor del inframundo) aparece como un sacrificador activo armado con un hacha o un tecpal, listo para extraer los corazones de sus víctimas, su nariz y lengua acusan la forma de cuchillos afilados. [15]
El Tecpatl estaba en el centro de la mitología azteca , se encuentra en el centro de la Piedra del Sol , y era instrumental en el ritual para sacar el corazón de la víctima del sacrificio, lo que permitía que la luz llegara al corazón de la víctima y por lo tanto, era un mediador entre la vida y la muerte, entre el reino divino y el humano, entre el cielo, la tierra y el inframundo. Dado que el pedernal tenía el potencial de hacer fuego, se consideraba una expresión de la luz de las estrellas celestiales en la tierra. [2]