Fue la primera vez que ocho países (anteriormente eran cuatro) tenían derecho a participar en la fase final del torneo.
También fue la primera vez que el anfitrión del torneo, en este caso lo fue Italia, se clasificaba automáticamente para la fase final.
Causio Altobelli Baresi Cabrini Benetti Graziani Scirea Tardelli Collovati Masný Nehoda Ondruš Jurkemic Panenka Gögh Gajdůšek Kozák Barmoš
Vestido con uniforme de fútbol, buscaba representar la creatividad y la pasión del país anfitrión, Italia.
Su imagen emblemática perdura como un símbolo de la inocencia y el juego limpio en el fútbol.