La cara ventral del mesencéfalo presenta una depresión profunda en la línea media anterior denominada fosa interpeduncular que limita los pies de ambos pedúnculos cerebrales.En la base de cada pedúnculo cerebral se encuentra el origen del nervio oculomotor (par III craneal).Los colículos están limitados por el surco cruciforme que rostralmente está interrumpido por el la epífisis cerebral, una glándula endocrina implicada en múltiples funciones vitales como los patrones del sueño y metabolismo de fármacos.De esta misma región también se observan los cuerpos geniculados mediales que conectan con los colículos cuadrigéminos inferiores.La región anterior lo comprende los pies de los pedúnculos cerebrales, o pies pedunculares, que unen el tronco del encéfalo con el cerebro y que contienen las fibras corticoespinales descendentes procedentes de la corteza cerebral hacia la médula espinal.[6] Hacia la cuarta semana de desarrollo en la cabeza se produce una flexión que coincide con el mesencefalo ensanchando el tubo neural.[8] Los tubérculos cuadrigéminos superiores coordinan los movimientos de los globos oculares en respuesta a estímulos visuales, y los tubérculos cuadrigéminos inferiores coordinan los movimientos de la cabeza y tronco en respuesta a estímulos auditivos.[9] Así, fibras nerviosas que hacen sinapsis en los colículos superiores desde los colículos inferiores implicados la audición se encuentran los núcleos responsables del movimiento reflejo que hace girar la cabeza y cuello para colocar los ojos en dirección de la producción de un sonido.[8] En el mesencéfalo se encuentra algunos de los centros nerviosos que controlan la micción junto con otros en el puente, hipotálamo y áreas corticales en la región frontal.Un movimiento lateral súbito de la cabeza puede provocar que los pedúnculos cerebrales golpeen contra la tienda del cerebelo .Por otra parte, una afección en el núcleo parasimpático accesorio del nervio oculomotor provoca que la pupila se encuentre constantemente dilatada.