Aunque sus orígenes se remontan a finales de la Edad Media en Italia y Francia, su esplendor es conocido en Inglaterra, gracias al dramaturgo Ben Jonson.Ben Jonson no realizó una verdadera representación, en sentido estricto, sino más bien una serie de situaciones alegóricas con su propio aparato escenográfico.[2] De allí se creó una tradición popular en la que actores enmascarados visitaban inesperadamente a un noble en su salón, bailando y trayendo regalos en determinadas noches del año, o celebrando ocasiones dinásticas.En Inglaterra, los más grandes escritores y músicos contribuyeron a este tipo de espectáculo.Las danzas, que probablemente eran solo un aspecto de tales espectáculos compuestos, se dividen en "mascaradas" y "anti-mascaradas".Las mascaradas rurales de carácter popular son celebradas por toda Europa desde tiempos ancestrales, formando un amplio abanico en cuanto a la variedad pero mostrando similitudes entre ellas.Con el paso del tiempo se fueron asimilando en la cultura y tradición popular, junto con los Carnavales.