Sin embargo, la justicia surcoreana falló que esa medida era inconstitucional, así que fue reconvertida en capital administrativa para acoger buena parte de las oficinas públicas.
[3] En octubre de 2004, el Tribunal Constitucional falló que la capitalidad debía mantenerse en Seúl a instancias de un recurso del opositor Gran Partido Nacional.
El nuevo presidente Lee Myung-bak, del Gran Partido Nacional, rechazaba trasladar los ministerios a Sejong porque consideraba que era ineficiente, así que propuso en su lugar reconvertirla en «un centro industrial, científico y educacional».
[4] No obstante, la idea original ya estaba muy avanzada y tanto la oposición como miembros de su propio partido (liderados por su rival Park Geun-hye) votaron por mantenerlo.
[5] La presidencia le concedió el estatus de «ciudad autónoma especial», independiente de Chungcheong del Sur, y al mismo tiempo desarrolló incentivos para que las empresas trasladaran sus sedes a Sejong.