[1] En la vida cotidiana, las personas individualmente, podían hacer ofrendas votivas a una deidad por problemas privados.
Los vota privata están ampliamente atestiguados por diferentes inscripciones, sobre todo en la época tardo Imperial.
Warde Fowler encontró en estas ofrendas "expresiones del sentimiento religioso ..." y agradecimiento por las bendiciones recibidas que van más allá de un formalismo contractual.
[8] Estos vota publica continuaron incluso después de que el cristianismo se convirtiera en la religión oficial del Imperio, y posiblemente tuvieran lugar hasta el siglo VI.
Existen muchas inscripciones votivas que así lo indican, como en la ciudad de Augusta Emerita: