En 1842 dominó dos nuevos levantamientos contra la esclavitud, en Minas Gerais y São Paulo.
Aunque las fuerzas brasileñas estuvieron al mando del brigadier Manuel Marques de Souza durante la batalla, Caxias encabezó el desfile de la victoria en Buenos Aires.
Teóricamente estaba subordinado al presidente argentino Bartolomé Mitre, pero de hecho actuó por su propia cuenta.
[1] Fue el comandante militar más exitoso durante la guerra, ya que comandó las exitosas campañas a Humaitá y posteriormente hacia Asunción.
Abandonó el Paraguay durante la campaña final contra el presidente Francisco Solano López, y regresó a Río de Janeiro, donde ejerció como senador y dirigió la oposición del Partido Conservador contra el Partido Liberal.
Dejó a éste el manejo de la economía y las relaciones exteriores, concentrándose en la modernización militar, la solución de los crecientes reclamos contra la esclavitud y el conflicto por la independencia de los obispos; inició también la modernización del sistema electoral, hasta entonces excesivamente restrictivo.
Hasta el año 1949, en que el presidente Eurico Gaspar Dutra inició la carrera de homenajes al Duque de Caxias, este militar era nombrado apenas episódicamente.
Llevan su nombre calles y avenidas en numerosas ciudades de su país.