Otros nombres locales por los que se le conoce son kandar, ral, sakher, sakhu, sakwa, salwa y shal.[2] El nombre del árbol procede del sánscrito शाल (sal, shaal, shala), que literalmente significa “casa”, lo que apunta al uso de su madera en la construcción de viviendas.En las regiones más secas pierde gran parte del follaje entre febrero y abril.El sal crece al sur del Himalaya, en Birmania, Bhután, Nepal, Bangladés e India.En la India, en los estados de Arunachal Pradesh, Assam, Bengala occidental, Sikkim, Orissa, Jharkhand y Hariana (al este del río Yamuna).Hay numerosas áreas boscosas protegidas densamente pobladas por sales, entre otras especies arbóreas, como los parques nacionales de Chitwan, Bardia (estos dos en el Terai nepalí) y Shukla Phat.Prefieren los lugares más secos, donde no se produzcan inundaciones prolongadas, ya que estas los perjudican.Sus copas forman una techumbre mullida, de modo que el tronco puede recibir mucha luz.En los salales se producen frecuentes incendios, probablemente de origen humano en su mayoría.El crecimiento intenso de cubierta vegetal tras un incendio puede favorecer al salal.La madera del árbol sala es una de las más utilizadas en la India en carpintería y construcción.Una vez usadas, las hojas son aprovechadas para alimentar las cabras y las reses que vagan libremente por las calles.A menudo se emplea ilegalmente en la adulteración del genuino Ghee (mantequilla aclarada).Muchos hinduistas identifican a este elefante, llamado Airavata, como reencarnación del dios Vishnú.También se dice que el Buda meditaba bajo un sal cerca de Kushinagar cuando le sobrevino su paranirvāṇa (muerte física) y su cuerpo fue cubierto por las flores del árbol.Así mismo, la leyenda cuenta que al morir Buda cuatro pares de sales se volvieron blancos.[7] También aparece como elemento decorativo integrado en la arquitectura de muchos templos hinduistas como en la salabhanjika o “virgen del sal”, donde aparece una jakŝini (fémina mítica hindú) sosteniendo una rama de un árbol sala en flor mientras pone su pie sobre sus raíces.