Crece en una región donde solo llueve en invierno y los incendios son frecuentes en verano, por lo que la vegetación es arbustiva.
En un país como Holanda, de 33 000 km², solo hay 1400 especies, y ninguna es endémica.
Las ericas o brezos son más pequeños, tienen hojas afiladas y flores tubulares, y los pastos del tipo restios o restiáceas solo crecen en las zonas más húmedas.
Los incendios son una etapa necesaria en la vida de casi todas las plantas del fynbos.
Muchas de las proteáceas retienen las semillas al menos un año a la espera de este suceso, un hábito conocido como serotina (serotiny) que da forma a curiosas cabezas florales, en algunos casos tan perdurables y bellas que se utilizan para hacer arreglos florales.
Otras especies típicas del fynbos, como los aloes y los geranios, se usan como plantas ornamentales en todo el mundo, pero no se exportan puesto que crecen admirablemente en cualquier tipo de climas.
En este ámbito vivían los grandes mamíferos que ahora solo se encuentran en las áreas protegidas.