Algunas variedades pueden llegar a medir 30 cm de altura, mientras que otras alcanzan los 2 metros.
La planta del rooibos se ha adaptado a un suelo pobre en nutrientes y con unas condiciones climáticas calurosas en extremo.
Este proceso oxidativo es el que le proporciona a la planta el sabor y el color 'rojo' característico.
Esta variedad se comercializa a un precio mayor que la variedad "fermentada" y posee un color amarillento característico; posee una gran cantidad de polifenoles antioxidantes.
El comienzo del consumo de rooibos se remonta al siglo XVII.
Hoy en día ya la podemos encontrar en más de ciento cuarenta países del mundo.