[1] Proviene de yakṣ, el cual posiblemente proviene de la raíz sánscrita iaj, que es la base de iaj (rápido, poderoso, hijo, vástago) y iajua (rápido, activo [aplicado a Agní, Indra y Soma], que fluye constantemente [aplicado a las aguas], aguas que fluyen [aplicado a los Siete Ríos]).[2] La forma femenina de la palabra es yakṣī (yaksi)[3] o iaksini (sánscrito: यक्षिणी, yakṣiṇī; pali: yakjini).[4] En la mitología budista, hinduista y jaina, los iaksas presentan una doble personalidad.[5] Son representados ya sea como temibles guerreros o corpulentos enanos.[6] En cambio el sutra del loto (texto budista), en una de sus parábolas, los retrata con su aspecto más oscuro.
Estatua de un iaksa; en
Mathura
(India), siglo I o II d. C.