En ella participan los equipos campeones de sus respectivas ligas nacionales y en aquellos países en los que no existe liga femenina, participa el campeón del respectivo campeonato nacional de copa.
Se pretendía también con su creación que el fútbol femenino europeo no quedase en desventaja respecto al norteamericano —el cual rivaliza con el del Viejo Continente por ser el más potente a nivel mundial— ya que en el año 2000 inauguró su nueva liga profesional, la Women's United Soccer Association (WUSA).
[7] Ya en la fase de grupos, fueron el Ženskij Futbol'nyj Klub Rjazan-TNK ruso, Voetbalvereniging Ter Leede neerlandés, Athlitikos Omilos Kavala griego y el eslovaco Športový Klub Futbalu Žilina fueron quienes abrieron la fase final del torneo el 18 de septiembre.
Cuarenta y ocho partidos decidieron quienes disputarían los primeros cuartos de final, destacando ya entonces las federaciones más fuertes en cuanto al fútbol femenino se refiere.
Dicha decisión perduró hasta el año 2009, cuando se llevó a cabo la primera gran reestructuración del torneo.
[9] Tras el 2-2 final en la eliminatoria, las suecas se tomaron la revancha al eliminar a las alemanas en la tanda de penaltis por 8-7.
[9] Jugadoras como Hanna Ljungberg —máxima anotadora con diez goles—, la capitana del equipo Malin Moström, Maria Nordbrandt, Hanna Marklund o Laura Kalmari fueron algunas de sus figuras más importantes y a las que se unió la brasileña Marta Vieira para formar uno de los mejores clubes de la historia del fútbol femenino y encumbrar a su vez al nórdico.
No en vano, tres de los cuatro equipos que alcanzaron las semifinales pertenecían a Escandinavia, considerada como la región más potente:[9] Los resultados no variaron para la temporada 2003-04, con la excepción de que el equipo francés fue reemplazado por las azerbaiyanas del Gömrükçü Baku en los cuartos de final, ya que las galas quedaron encuadradas en el grupo 6 del Kolbotn Fotball noruego, quien obtuvo la plaza.
Sin sorpresas para semifinales con nuevamente mayoría nórdica, se llegó por primera vez a una reedición de la final cuando el Umeå I. K. —vigente campeón— y el F. F. C. Fráncfort —primer campeón— se enfrentaron para ver qué equipo ostentaba la supremacía europea.
Las suecas, con mejor bloque y sin perder en Europa desde aquella primera final endosaron un contundente 8-0 global a las teutonas con una gran actuación de Marta para conquistar su segundo título, ser el primer equipo en retener el trofeo y deshacer así el empate en el palmarés,[11] además endosarle a las francfortesas su primera derrota en su registro europeo.
[12] La derrota, sumada a la marcha de la que había sido su entrenadora los últimos once años, Monika Staab,[11] situándolo como el mejor equipo germano, desencadenó en un intercambio de protagonismo en el fútbol doméstico teutón en el que irrumpió el Frauen-Fußball-Club Turbine Potsdam.
En cuanto a las alemanas, no consiguieron clasificarse para el torneo —también por primera vez—, al finalizar como subcampeonas de su liga doméstica.
[20] El 22 de abril del mismo año, superan esa cifra en la semifinal en un 5-1 ante el VfL Wolfsburgo, reuniendo 91.648 asistentes.
Pese a ello, no todas las asociaciones o federaciones nacionales que conforman dicho estamento europeo cuentan con una liga femenina de primer nivel profesional por lo que asociaciones como la de Andorra, Liechtenstein, San Marino o Gibraltar nunca han participado en la competición.
Entre ellos, dieciséis logran el acceso debido al potencial y clasificación de su liga nacional basándose en los resultados cosechados durante los últimos cinco años.
[24] Posteriormente se amplió el derecho a las mejores doce federaciones,[25] no sin cierta polémica,[26] clasificando directamente a dieciseisavos de final los campeones y subcampeones de las primeras diez asociaciones, siendo en la actualidad las siguientes:
[27] El campeón vigente se clasifica automáticamente para la siguiente edición a pesar de que no logre la clasificación en la liga doméstica, comenzando su participación en los dieciseisavos de final, previo a los enfrentamientos directos eliminatorios.
[2] La copa que es entregada al ganador del torneo ha tenido dos diseños diferentes a lo largo de su corta historia.
[28] Al ser una competición relativamente nueva en el ámbito UEFA, nunca tuvo el privilegio de la concesión en propiedad,[28] por lo que todo equipo que se proclamase campeón del torneo debía devolver la copa para su disputa al año siguiente recibiendo a cambio una réplica a igual escala y 35 medallas de oro.
[28] Esta regla, que estipulaba que tras ganar una competición tres veces seguidas o cinco alternas, otorgaba el derecho a adjudicarse en propiedad el trofeo iniciándose a continuación un nuevo ciclo con un nuevo trofeo de mismo diseño.
Fue a partir de la temporada 2007-08 cuando la UEFA decidió abolir dicha norma en todos sus torneos, por lo que el máximo organismo continental es el propietario ad eternum del trofeo.
[31] Hasta la temporada 2015-16 ningún club ha recibido el emblema ya que nadie ha conseguido levantar el trofeo cinco veces alternas o tres consecutivas.
Nota *: la propia UEFA difiere en sus estadísticas, otorgándole 40 ó 38 goles.Nota **: la propia UEFA difiere en sus estadísticas, otorgándole 34 ó 32 goles La francesa Wendie Renard es la jugadora que más encuentros ha disputado en la historia de la competición con 95, seguida por su compatriota Camille Abily y la germana Alexandra Popp, ambas con 81.
Tras ellas siguen Eugénie Le Sommer, Emma Byrne, Sarah Bouhaddi, Anja Mittag, Lara Dickenmann, Ramona Bachmann y Élodie Thomis como las únicas jugadoras en sobrepasar los 70 partidos.