Su padre, Tardieu d'Esclavelles, era un oficial de infantería que murió en batalla cuando ella tenía dieciséis años.
En este retiro, Rousseau halló la calma y la paz natural de los placeres rurales que tanto ensalzó en su obra.
Y a partir de este momento Rousseau comenzaría a desmarcarse de la tradición ilustrada, para crear sus obras más personales y libres, como El contrato social o Emilio.
Entre 1759 y 1757 d'Epinay vivió en Ginebra, donde fue una huésped asidua de Voltaire, que por aquel entonces se había asentado en Ferney.
Junto con las memorias se publicaron todas sus cartas y demás documentos personales, estos sin haber sido sometidos a revisión o purga alguna, por lo que son totalmente originales.