Penates

Posteriormente, se convierten en dioses de los hogares brindando protección a toda la casa (penates familiares o menores), existiendo también los protectores del Estado (penates públicos o mayores).

[2]​ Se encargaron, inicialmente, de proteger las despensas, para luego extenderse a toda la casa.

Los magistrados de la ciudad prestaban juramento ante los Penates públicos.

Algunas veces los Penates eran representados como un par de jóvenes.

En la colina Velia en Roma existía un templo dedicado a ellos.

Altar de Penates en las ruinas de Herculano .