Después de participar en una segunda expedición a las Indias Orientales en 1782- 1783, abandonó el ejército y ocupó los años siguientes en complacer frivolidades agradables a su clase y su naturaleza.Al año siguiente, cuando la Convención se sintió amenazada por las Guardias Nacionales descontentas de París, designó a Barras para comandar las tropas destinadas a su defensa.Fue abandonado por los tres Cónsules que tomaron el lugar de los cinco Directores y con ello su carrera política llegó a su final.Había acumulado una enorme fortuna que le permitió vivir con holgura.A pesar de declararse monárquico desde 1815, siguió siendo sospechoso para los Borbones.