Louis-Désiré Véron (1798 en París - 27 de septiembre de 1867 en París) fue un director y editor de ópera francés .
Véron hizo su fortuna originalmente con medicamentos patentados. En 1829 fundó la revista literaria Revue de Paris , y de 1838 a 1852 fue propietario y director de Le Constitutionnel , en el que publicó la novela de Eugene Sue basada en la leyenda del Judío Errante . También fue durante la dirección de Véron y por sugerencia suya que Sainte-Beuve contribuyó con Causeries du lundi , [1] un ejemplo temprano de la columna periódica en un periódico .
Es ampliamente conocido en la historia por su dirección, de 1831 a 1835, de la Ópera de París . [1] El nuevo gobierno, después de la Revolución de julio de 1830, deseaba descargar los costos y responsabilidades de la Ópera, que había estado efectivamente controlada por el Estado desde su inicio. Véron vio el gran potencial de adaptar la Ópera a los gustos burgueses de los nuevos públicos y solicitó la franquicia, que trajo consigo un subsidio estatal limitado. Al reunir los talentos de diseñadores (como Duponchel ), compositores (como Meyerbeer , Auber y Fromental Halévy ) y libretistas (como Eugène Scribe y Casimir Delavigne ), y desarrollar grandes cantantes como Adolphe Nourrit y Cornélie Falcon , creó el género de la Gran Ópera . La primera nueva producción bajo la dirección de Véron, Robert le diable de Meyerbeer (21 de noviembre de 1831), inició una nueva era en la ópera. Cuando en 1835 el gobierno decidió reducir aún más los subsidios a la Ópera, Verón se retiró prudentemente, tras haber obtenido un beneficio sustancial.
En 1852, Véron fue elegido miembro del Cuerpo Legislativo (el predecesor de la Cámara de Diputados ). [1] Sus Memorias de un burgués de París (1853-1855) ofrecen una viva imagen de su vida y su época.
Verón era excéntrico en su aspecto y comportamiento. Un contemporáneo, Philarete Chasles, lo describe así:
Rubicundo, con la cara picada de viruela, apenas sin nariz, escrofuloso , el cuello envuelto en una tela que protegía y ocultaba su aflicción, panzudo; [...] boca sonriente, labios gruesos, cabello escaso, cejas ausentes, vestido como un pequeño lacayo imitando a su amo y con las afectaciones y los aires remilgados del salón (citado en Kelly, 2004 – ver abajo).