Jaime Arbós
[2] Estudió el movimiento científico industrial de Europa y se dedicó a la tintorería, sobre cuya especialidad compuso un tratado recibido con aceptación.[2] Como su trabajo por medio del gas del alumbrado resultaba muy caro, Arbós se empeñó en obtener un gas económico que pudiese usar tanto para el alumbrado como para poner en movimiento dicho motor.[4] En 1861, se le concedió, por real cédula, privilegio de invención de un procedimiento para obtener una mezcla gaseosa aplicable como motor a las máquinas fijas o movibles, y otros usos.[4] Fundó La España católica, un periódico que inició su publicación en 1856 y la continuó durante dos años.[4] Asimismo, leyó varios discursos y escribió las siguientes obras:[5]