Su carrera literaria alcanza rápidamente tanto prestigio que le permitirle dejar su trabajo de administrativo en 1865.
Si se juzga por las obras que Ludovic firmó en solitario, este tenía tanto ingenio y vivacidad como su compañero, más gusto, refinamiento, profundidad y humanidad, pero menos euforia e imaginación.
Escribió dos novelas, L’Abbé Constantin (1882) y Criquette (1883), que tuvieron un gran éxito a finales del siglo XIX.
Hacia 1878, Ludovic Halévy, junto con su sobrina Geneviève Bizet, futura señora Strauss y promotora de un conocido salón literario, recibía al "todo" París artístico y literario.
En la bibliografía de Ludovic Halévy se contabilizan 90 obras, entre las que puede encontrarse su colaboración con Henri Meihac, escribieron las operetas para Offenbach: