Gabriel Lippmann

Estudió en París, en el liceo Henri IV y a partir de 1868 en la Escuela Normal Superior.

Viaja a Alemania para participar en una misión científica oficial, lo que le permite trabajar con Wilhelm Kühne y Gustav Kirchhoff en Heidelberg y con Hermann Ludwig von Helmholtz en Berlín.

Lippmann trabajó en muchos campos, como la electricidad, termodinámica, óptica y fotoquímica.

Precisamente sobre este tema elaboró su tesis doctoral (Relaciones entre los fenómenos eléctricos y capilares).

Estas investigaciones fueron la base necesaria para la construcción de un instrumento de precisión denominado electrómetro capilar, que se utilizaba en los primeros electrocardiógrafos y del coelostato, instrumento que compensa la rotación de la Tierra y permite fotografiar una región del cielo dejándola aparentemente fija.

En 1893 pudo presentar ante la academia fotografías tomadas por los hermanos Lumière en las que se reproducían los colores con un excelente ortocromatismo.

No hay que confundir este procedimiento con el Autochrome de los propios hermanos Lumière, más conocido, y que ha dejado imágenes en color de finales del siglo XIX.

Los colores espectrales puros se reproducían brillantemente, pero las bandas anchas mal definidas de las longitudes de onda reflejadas por los objetos del mundo real podían ser problemáticas.

El proceso no producía impresiones en color en papel y resultó imposible hacer un buen duplicado de una fotografía en color Lippmann al volver a fotografiarla, por lo que cada imagen era única.

La iluminación y la disposición de visualización requerida para ver los colores con el mejor efecto excluyeron el uso normal.

[6]​ El proceso de Lippmann presagió la holografía láser, que también se basa en grabar ondas estacionarias en un medio fotográfico.

El profesor Lippmann en el laboratorio de física de la Sorbona (Biblioteca de la Sorbona, NuBIS)
Fotografía en color por Gabriel Lippmann
Una onda estacionaria. Los puntos rojos son los nodos de la onda