Franz Rosenzweig

Solo por su tío abuelo Abraham (Adam) Rosenzweig, el joven Franz fue guiado en los modos de la vida tradicional judía y en el aprendizaje del hebreo.

De esta época data su estrecha amistad con su primo Rudolf Ehrenberg y con Victor von Weizsäcker.

Mientras pensaba en convertirse al cristianismo visitó casi por casualidad una pequeña sinagoga en Berlín en Yom Kipur.

No obstante continuó con su labor utilizando una máquina de escribir especial y, más adelante, cuando ya no se podía mover, mantuvo comunicación a través de los reducidos signos que emitía.

La creación une el mundo a Dios, la revelación permite que el ser humano sea orientado por la palabra divina y la redención le da como tarea la salvación del mundo, esencialmente por medio del amor.

Franz Rosenzweig.