Lo hizo ingresar en el 10.º Regimiento Bávaro de Infantería Real Prinz Ludwig en Ingolstadt en 1906, licenciándose en 1908.
Al final de la guerra contrajo la temida, y mal llamada, gripe española.
Estableció un vínculo de amistad con el hasta entonces desconocido político Adolf Hitler, quien lo invitó a adherirse al nuevo Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP) reclutándolo como informante.
Sus posibilidades de ascenso parecían ser muy rápidas e intentó desplazar a Kundt.
Röhm afirmó que hizo esto porque decidió quedarse con el pueblo, aunque aparentemente los golpistas bajo el mando del general Carlos Blanco Galindo le ofrecieron ser jefe de Estado Mayor del Ejército, reemplazando así a Kundt.
Hacia 1933, las SA obtuvieron pronto un gran poder, poder que hizo envanecer a Röhm gracias al prestigio e influencia política como brazo armado del NSDAP, y sus adeptos aumentaron desde los 3500 efectivos iniciales hasta unos 70 000.
Röhm pretendía obtener un mayor poder en la jerarquía nazi, aspirando a reemplazar con sus efectivos al mismísimo ejército alemán, la Reichswehr.
Esto iba a traer graves consecuencias políticas para Hitler al sublevarse la Reichswehr.
Su segundo al mando Heinrich Himmler, Günther von Kluge, Hermann Göring y además su apadrinado Reinhard Heydrich conspiraron en conjunto en su caída; se le involucró en un supuesto (y falso) plan junto con Gregor Strasser para derrocar a Hitler, lo que sumado a su condición homosexual, incompatible con los ideales nazis, provocó la ruptura definitiva con la facción mayoritaria del NSDAP.
Mientras, Göring, Himmler, Heydrich y Lutze -por órdenes de Hitler- crearon listas de personas pertenecientes a la SA y otras sin vinculación con el grupo a las que querían hacer desaparecer.
Paradójicamente, Himmler mismo abogó más tarde por reemplazar al Heer (Ejército Alemán) por las SS terminada la guerra total.
Hitler le ofreció la posibilidad de un suicidio honroso, ofreciéndole una pistola por intermedio de un mensajero; pero Röhm no aceptó, le respondió con el mensajero que si lo quería muerto lo matara él mismo.