Los objetos Messier se numeran del M1 al M110, y aún hoy en día los aficionados los conocen por ese nombre.
Messier había trabajado muchos años como asistente en el Observatorio Marino, instalado en el Hôtel de Cluny, en pleno París, desde donde había realizado todos sus descubrimientos.
Cuenta la leyenda que Messier, gran aficionado a la caza de cometas, inauguró su catálogo con M1 (la nebulosa del Cangrejo) la noche del 28 de agosto de 1758, cuando buscaba en el cielo el cometa 1P/Halley en su primera visita predicha por el astrónomo inglés.
Messier no descubrió todos los objetos de su catálogo, ya que muchos fueron observados por el también francés Pierre Méchain y, años antes, por otros astrónomos como Edmund Halley.
Pese a que el rey francés Luis XV se refiriera a él como «El hurón de los cometas», Messier no pasaría a la historia por su gran trabajo como cazacometas, sino que su nombre ha quedado asociado al catálogo de objetos nebulosos que creó, el Catálogo Messier.