La nebulosa sirve como una fuente de radiación útil para estudiar cuerpos celestes que la ocultan.
Existen documentos históricos que revelan que una nueva estrella, suficientemente brillante como para ser visible a la luz del día, fue observada en la misma región del cielo por astrónomos chinos y árabes en 1054.
[5][6] Es posible que la «nueva estrella» brillante fuera observada por los anasazi y registrada en petroglifos.
[7] Dada su gran distancia y su carácter efímero, esta «nueva estrella» observada por chinos y árabes solo pudo haber sido una supernova, una enorme estrella en plena explosión, que una vez ha agotado su fuente de energía por medio de la fusión nuclear, se colapsa sobre sí misma.
La supernova fue visible a simple vista aproximadamente durante dos años después de su primera observación.
[8] Gracias a las observaciones escritas de los astrónomos del Extremo Oriente y Oriente Medio en 1054, la nebulosa del Cangrejo se convirtió en el primer objeto astronómico donde se pudo reconocer una relación con una explosión de supernova.
Por otro lado, las imágenes tomadas con varios años de diferencia muestran la lenta expansión angular aparente en el cielo.
Haciendo este cálculo, se obtiene una fecha que corresponde a varias décadas después del año 1054.
[13] Esta aceleración sería debida a la energía del púlsar que alimentaría el campo magnético de la nebulosa, la cual se expande y empuja a los filamentos de la nebulosa hacia el exterior.
Los púlsares son fuentes de potentes radiaciones electromagnéticas emitidas en breves y constantes pulsos muchas veces por segundo.
La energía liberada a medida que el púlsar se desacelera es enorme, y provoca la emisión de radiación sincrotrón de la nebulosa del Cangrejo, la cual tiene una luminosidad total 75 000 veces mayor que la del Sol.
[23] La enorme energía emitida por el púlsar crea una región particularmente dinámica en el centro de la nebulosa del Cangrejo.
Las estrellas con una masa inferior a ocho masas solares son consideradas demasiado ligeras como para producir explosiones de supernova, y finalizan su vida produciendo una nebulosa planetaria, mientras que aquellas mayores de doce masas solares producen una nebulosa con una composición química distinta a la observada en el seno de la nebulosa del Cangrejo.
Sin embargo, un viento así habría creado un cascarón alrededor de la nebulosa.
[26] Tauro se alza pronto en las noches del invierno boreal, con sus largas astas apuntando hacia el nordeste.
Sin embargo, con instrumentos mayores se percibe el carácter dentado del borde y aparecen filamentos en las regiones externas de la nebulosa.
Aunque el Sol no transita la nebulosa, su corona pasa enfrente de ésta.
Estos tránsitos y ocultaciones pueden usarse para analizar tanto la nebulosa como el objeto que pasa enfrente de ella, observando cómo la radiación de la nebulosa es alterada por el cuerpo en tránsito.
[27] Cuando los rayos X fueron observados por primera vez desde la nebulosa, una ocultación lunar fue usada para determinar la posición exacta de su origen.