En 2002, el empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego decidió fundar una institución bancaria enfocada en el segmento sub bancarizado del país.
El mismo año, la institución empezó a otorgar préstamos bancarios a pequeños agricultores, y puso en marcha la iniciativa Empresario Azteca con el objetivo de financiar pequeñas y medianas empresas.
En 2005 se convirtió en el primer banco mexicano en llevar sus operaciones a nivel internacional, al fundar sucursales en Panamá, y lanzó la tarjeta Azteca, un nuevo producto financiero.
[4] La institución inició la década lanzando la tarjeta prepagada Monedero Azteca, enfocada en los mercados populares.
El ejecutivo manifestó igualmente que la vocación del banco es generar oportunidades para que sus clientes puedan incorporarse al sistema financiero «llegando a zonas rezagadas del país».
[21] En el estudio From Pawn Shops to Banks: The Impact of Formal Credit on Informal Households de la Universidad de California en Los Ángeles, se menciona a Banco Azteca como «el primer banco de México dirigido a los hogares del sector informal», y se afirma que estos hogares «experimentaron varios cambios en sus patrones de ahorro, crédito y consumo».
[22]El estudio The Economic Impact of Banking the Unbanked: Evidence from Mexico, publicado por el Banco Mundial, menciona que la institución ha contribuido a mejorar el acceso al crédito y a los servicios financieros formales para las poblaciones de bajos ingresos al enfocarse en áreas previamente desatendidas.