El arte catalán es la producción artística realizada en lo que hoy es Cataluña a lo largo del tiempo. Tiene una evolución paralela al resto del arte europeo , siguiendo de forma diversa las múltiples tendencias que se han producido en el contexto de la historia del arte occidental. A lo largo de la historia, Cataluña ha visto pasar diversas culturas y civilizaciones que aportaron su concepto de arte y han dejado su legado. Cada periodo histórico tiene unas características específicas y definibles, comunes a otras tierras y culturas, o únicas y diferenciadas, que han ido evolucionando a lo largo del tiempo.
El arte catalán es fruto de la amalgama social y cultural diversa que propiciaron los diversos pueblos que habitaron su territorio: a los primeros pobladores prehistóricos les sucedieron diversos pueblos, como los íberos que llegaron durante la Edad del Bronce y del Hierro; estos convergieron más tarde con los primeros colonizadores procedentes de las civilizaciones mediterráneas, los griegos; después llegaron los romanos , que difundieron su arte y arquitectura por todo el territorio. Tras su caída, Cataluña formó parte del reino visigodo , y posteriormente recibió la ocupación islámica, cuya arquitectura es hoy visible en lugares de la mitad sur del territorio. La Edad Media será el inicio de la cultura catalana como entidad definida, con lengua propia, de ascendencia del latín, y la formación del Principado de Cataluña . Fue una época de esplendor para el arte catalán, y el románico y el gótico serán periodos muy fructíferos para el desarrollo artístico del Principado.
Durante la Edad Moderna, con la toma de control de Cataluña por parte de España y la sucesión de diversas crisis económicas, el arte catalán decayó, y los estilos renacentista y barroco no fueron especialmente destacables en la historia del arte catalán. Sin embargo, hubo algunos centros de importancia artística como el monasterio de la Cartuja de Scala Dei , que empleó tanto a monjes talentosos como a frailes laicos como fraile Lluís Pascal, fraile Ramón Berenguer y Joaquim Juncosa . Este último se convirtió en uno de los pintores más famosos del barroco catalán . Juncosa pintó varios retratos y frescos en el monasterio, lamentablemente todos ellos se perdieron en los eventos posteriores. [1]
A partir del siglo XIX, con la revitalización económica y cultural, el arte volvió a florecer; y el Modernismo (emparentado con el Art Nouveau europeo ) se convirtió en uno de los periodos de mayor esplendor del arte catalán, dando al mundo numerosas figuras relevantes como Antoni Gaudí , Lluís Domènech i Muntaner o Ramon Casas , entre otros. El siglo XX trajo consigo la actualización de los diferentes estilos producidos por los artistas catalanes, que entroncan con las tendencias internacionales, ofreciendo incluso figuras de primer orden mundial como Salvador Dalí , Joan Miró , Antoni Tàpies , Albert Ràfols-Casamada , Joaquim Chancho o Yago Hortal.