Juan 1:19 es el versículo diecinueve del primer capítulo del Evangelio de Juan en el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana .
En el griego original según Westcott-Hort este versículo dice:
Después de ἀπέστειλαν, algunas versiones griegas antiguas añaden πρὸς αὐτόν. [1]
En la versión King James de la Biblia el texto dice:
La Nueva Versión Internacional traduce el pasaje así:
Heinrich Meyer señala que la “narración histórica” de Juan comienza con este versículo. [1]
"Y éste es el testimonio de Juan...", el mismo que el testimonio de Juan visto en el versículo 15. [1] Parece que Juan el Bautista dio testimonio a menudo de Jesús, de que Él era el Mesías, tanto antes como después de su bautismo.
"Los judíos enviaron...": según el escritor católico Robert Witham , estos hombres eran sacerdotes y levitas que parecen haber sido enviados por el Sanedrín para preguntar a Juan el Bautista , que entonces era tenido en gran estima, para ver si era su Mesías, porque se creía que vendría en esa época. [2] Lapide comenta que "la razón de esta embajada fue porque los principales sacerdotes vieron a Juan llevando en el desierto una vida angelical, predicando con gran poder, bautizando y moviendo a los hombres al arrepentimiento, como ninguno de los otros profetas lo había hecho". [3] La mención de sacerdotes y levitas juntos es "un rasgo ilustrativo de la precisión de la declaración de Juan". [1]
Orígenes : “Este es el segundo testimonio de Juan el Bautista acerca de Cristo. El primero comenzaba con: Este es de quien hablé; y terminaba con: Él lo ha declarado.” [4]
Teofilacto de Ohrid : "O, después de la introducción anterior del testimonio de Juan sobre Cristo, se prefiere antes que yo, el evangelista ahora agrega cuando se dio el testimonio anterior, Y este es el registro de Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén". [4]
Orígenes : "Los judíos de Jerusalén, como parientes del Bautista, que era de la estirpe sacerdotal, envían sacerdotes y levitas para preguntarle quién es; es decir, hombres considerados de rango superior al resto de su orden, por elección de Dios, y procedentes de la ciudad más favorecida, Jerusalén. Tal es la manera reverencial en que interrogan a Juan. No leemos de un proceder semejante con Cristo; pero lo que los judíos hicieron con Juan, Juan a su vez lo hace con Cristo, cuando le pregunta, por medio de sus discípulos, "¿Eres tú el que había de venir?" (Lucas 7:20) o ¿esperamos a otro?" [4]
Crisóstomo : "Tanta confianza tenían en Juan, que estaban dispuestos a creerle por sus propias palabras: testimonio de lo cual se dice: "Para preguntarle: ¿Quién eres tú?" [4]
Agustín : “No lo habrían enviado si no hubieran estado impresionados por su alto ejercicio de autoridad al atreverse a bautizar”. [4]