En compensación, se hizo gobernante del mundo invisible de los espíritus y la magia.
Todos viajaron juntos desde su tierra de origen, Izumo, a la vecina Inaba, para cortejarla.
[3][4] Por el camino, los hermanos se encontraron con una pobre liebre despellejada, que yacía agónicamente en la orilla del mar.
Tal como lo predijo la liebre, la princesa Yakami pronunció ante los ochenta hermanos que había elegido a Ōkuninushi como su pareja.
Haciéndolo así le cerraron de golpe, matándolo por segunda vez.
Cuando Susanoo lo envió la noche siguiente a dormir en una habitación con ciempiés y avispas, todavía seguía protegido.
Como prueba, Susanoo disparó una flecha en medio de un prado enorme y le dijo que la buscara.
Ōkuninushi buscó y buscó, hasta que finalmente llegó a la mitad del campo, momento en el que Susanoo procedió a prender fuego al campo.
El dios se levantó de un salto y derribó el palacio con su cabello.
Con este acto, Ōkuninushi se retiró al 'mundo de las sombras' (yūkai).
Según la sexta 'escritura alternativa' incluida en el octavo ciclo de historias registradas en el Nihongi, Ōkuninushi tuvo 181 hijos.