Cursó estudios en el aristocrático Colegio de la Independencia, dirigido por Percy Lewis, hasta completar su educación primaria.
Veraneaba en Cádiz, donde su padre poseía una empresa dedicada a la importación de cuero argentino.
El ambiente liberal de la sociedad carioca motivó la vocación artística del joven Pueyrredón, y a su regreso a París tres años más tarde obtuvo el permiso paterno para estudiar Ingeniería en la Escuela Politécnica En 1849, estando el general Pueyrredón muy enfermo, la familia entera regresó a Buenos Aires.
Engendraría allí a su única hija, fruto de una aventura con una muchacha gaditana.
Pero cuando se lo libró al público una imprevisión en el uso de los pilotes hizo fracasar el mecanismo y el terreno cedió, hundiéndose el puente.
Su figura como artista pasó al olvido hasta los años 1930, cuando se lo redescubriría como el precursor de la pintura nacional.