[1][2] Durante sus viajes visitó España, donde conoció y admiró la música popular española, de la cual utilizó el estilo de la jota en su obra La jota aragonesa.
El método utilizado por Glinka para arreglar la forma y orquestación son influencia del folclore español.
En Una vida por el Zar alternan arias propias del romanticismo europeo con melodías populares rusas.
Inspiró a un grupo de compositores a reunirse (más tarde, serían conocidos como Los Cinco: Modest Músorgski, Nikolái Rimski-Kórsakov, Aleksandr Borodín, Cesar Cui, Mili Balákirev) para crear música basada en la cultura rusa.
Es innegable la influencia de Glinka en otros compositores como Vasili Kalínnikov, Mijaíl Ippolítov-Ivánov, y aun en Piotr Chaikovski.