Teórico del primer conductismo social, Mead también abogaba por el llamado interaccionismo simbólico en el ámbito de la ciencia de la comunicación, aunque sociólogos como Randall Collins no lo inscriben en la vertiente del interaccionismo simbólico del enfoque o tradición sociológica del microinteraccionismo, sino en la pragmática de esta misma tradición (Collins, 1994).
La mente, o la inteligencia, es un instrumento desarrollado por el individuo para "hacer posible la solución racional de los problemas".
Mead hizo por ello hincapié en la aplicación del método científico en la acción y reforma social.
Sus principales obras son La filosofía del presente (1932), Espíritu, persona y sociedad desde el punto de vista de un conductista social (1934) y La filosofía del acto (1938).
Mead llama esto la primera vez con "el Otro generalizado" que es algo así como la sociedad, en la que se toman actitudes de los otros y se incorporan en el individuo.
"El Otro generalizado" puede ser visto como la norma general en un grupo social o situación.
Mead, G. H.: Espíritu, persona y sociedad, Paidós, Buenos Aires, 1968.
Mead, G. H.: Escritos políticos y filosóficos, FCE, Buenos Aires, 2009.