La primera persona occidental en describirla y colectar semillas fue el naturalista francés Michel Adanson.[2] Como todas las especies de su género Elaeis tiene un tronco (estipe) alto y único.Sus frutos alimentan a muchas aves, mamíferos arborícolas, voladores y rastreros, así como gran variedad de entomofauna.Fue en el siglo XV cuando su precultivo como tal, se extendió a otras regiones de África.A los esclavos africanos, antes de embarcarlos a América, se "les rasuraba y ungía con aceite de palma, y se les mantenía aplicándoles este aceite durante la travesía".Primero llega al Brasil introducida por los portugueses, pero en el siglo XVI, pasa al Asia Oriental (Indonesia, Malasia, etc.)[3][4] Aunque Ghesquiére, 1934, considera que primero llega a Martinica y luego de allí pasó a Brasil.[6] No hay mucha seguridad, hay más bien confusión sobre la presencia temprana de esta planta en Guyanas, quizás se trataba de Corozo oleifera, del cual se obtenían para entonces productos oleaginosos.Fue introducida a Colombia con fines ornamentales en 1932, a la Estación Agrícola de Palmira (Valle del Cauca), Pero el cultivo solo comenzaría hasta 1945 cuando la multinacional United Fruit Company establece un cultivo en la zona Bananera del Magdalena.La palma africana no debe de sembrarse en climas secos y de alta incidencia solar, ya que la planta puede darnos cero producción La demanda por aceite de palma se ha incrementado recientemente debido a su uso como biofuel,[12] pero tal incremento produce tanto impactos ambientales por el cultivo como causar una disputa alimento vs.[14] Este aceite debido a su alta proporción de grasas saturadas en su composición se le atribuyen propiedades negativas para la salud humana ya que su consumo prolongado y abundante puede subir la proporción de colesterol LDL en sangre.[15] Elaeis guineensis fue descrita por Nikolaus Joseph von Jacquin y publicado en Selectarum Stirpium Americanarum Historia ... 280–282, pl.