Las proezas de su marido, Harún al-Rashid, formaron la base para Las mil y una noches.
El califa abasí Muhammad Al-Amín, que tenía un doble linaje real, era hijo de Zubaidah.
Su hijastro era 'Abdullah al-Mamún, que también sería califa después de la guerra civil con al-Amin.
Cuando sus ingenieros la previnieron sobre los grandes gastos, y las dificultades técnicas, respondió que estaba determinada a llevar a cabo el trabajo “aunque cada golpe de pico costara un dinar,” según Ibn Khallikan.
Específicamente menciona los embalses de agua en Birkat al-Marjum y al-Qarurah.