Cuando Ziyadat intentó disolver las unidades árabes en 824, se produjo una gran revuelta en Túnez sofocada en 836 con la ayuda de los bereberes.
Ziyadat había comenzado ya campañas en Italia, en un intento de desviar a las inquietas tropa árabes, con las que en 827 el jurista Asad ibn al-Furat inició la conquista de Sicilia al Imperio bizantino.
Aunque inicialmente fueron rechazados por los bizantinos, se las arreglaron para tomar Palermo en 831.
La mezquita de Uqba ibn Nafi fue renovada y reformada, y se erigieron más defensas en la ciudad de Kairuán.
Tras la muerte de Ziyadat, su hermano Abú Iqal (838-841) se convirtió en emir.