Como se explica en Ghost Rider # 77 (serie 1973), el cuerpo físico y de piedra del demonio Zarathos permaneció inerte e inanimado bajo la tierra durante eones hasta que su espíritu fue convocado por un hechicero tribal nativo americano llamado K'Nutu para ayudar a su tribu.
Mephisto finalmente se enfrenta a Zarathos y lo derrota (por el uso engañoso de su peón sin alma, Centurious).
Zarathos se siente engañado por su venganza contra Centurious, pero con la ayuda del moribundo Comepecados, el demonio logra transferir su esencia al cristal.
Johnny Blaze ahora está libre de la maldición que Mephisto le impuso muchos años antes y la primera existencia del Ghost Rider llega a su fin.
Mefisto le suplica al Beyonder que no cometa tal acto, yendo tan lejos como para hacer una apuesta con él.
Así, Beyonder (después de volver a encarcelar a Zarathos dentro del cristal del alma) permite que el universo exista un día más (durante ese día adicional vino la derrota de Beyonder y aparentemente la muerte).
Habiendo perdido su memoria, Zarathos no ha alcanzado su pleno poder hasta que se encuentra con los Caídos.
Después de eso, gana suficiente poder para derrotar a Ghost Rider y absorber su esencia.
Sin embargo, sufre una horrible agonía ya que Ghost Rider todavía residía dentro de él.
Zarathos es un demonio extremadamente poderoso casi al mismo nivel que Mephisto.
Zarathos, si lo desea, puede convertir las rocas en picos, empalando a sus enemigos.
Esto es contraproducente cuando Zarathos intentó reclamar el cuerpo de Tyne como suyo.
Debido a esto, el Ghost Rider está cubierto de llamas amarillas ya que es un espíritu corrupto.