Zósimo de Palestina

Se convirtió en un monje en un monasterio en Palestina a una edad muy temprana, ganando una reputación como gran stárets y asceta.

A la edad de cincuenta y tres años, como hieromonje, se trasladó a un monasterio de regla muy estricta situado en el desierto cerca del río Jordán, donde pasó el resto de su vida.

Era costumbre en todos los monasterios que los hermanos salieran al desierto durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, dedicados al ayuno y la oración, y no regresar hasta el Domingo de ramos.

Vagando por el desierto se encontró con María de Egipto, que le contó la historia de vida y le pidió encontrarse el Jueves Santo del siguiente año a orillas del Jordán, a fin de recibir la comunión.

San Zósimo llegó, según la tradición, a los cien años de edad.