Yungay (Perú)

Por efectos del fuerte movimiento sísmico, un pedazo enorme de hielo, así como rocas, se desprendió del nevado Huascarán, cayendo verticalmente sobre pequeñas lagunas glaciares, que, luego, junto con las rocas, descendió hacia el valle a una velocidad cercana a los 200 kilómetros por hora, borrando del mapa al pueblo de Yungay.

A los ciudadanos se les prohibió hablar de la inminente catástrofe.

[2]​[3]​ Esta tragedia dejó a más de 50 mil personas fallecidas en todo el país.

Este terremoto es considerado el peor desastre natural que haya golpeado la zona central de Sudamérica.

En 1971, luego de que el área de la tragedia sea declarada como zona intangible y como Campo Santo, se lotizaron y donaron los terrenos del campamento a las casi 300 personas sobrevivientes.

Antiguo emplazamiento de Yungay. Se observa una réplica de la fachada de su antigua iglesia.
Vista aérea del alud del Huascarán que sepultó Yungay y Ranrahirca. Desaparecieron más de 10 000 habitantes.
Plaza de Yungay desde 1970.