Yuri Andreyev

[4]​[6]​ Durante la refrigeración del segundo reactor recibió un volumen importante de radiación en el que casi perece, como así ocurrió con otros muchos compañeros.

Andréiev realizó, en diferentes entrevistas, fuertes críticas a la industria nuclear y al Organismo Internacional de Energía Atómica.

Además considera a la OIEA muy débil para tratar catástrofes nucleares por su falta de independencia.

En palabras de Andréiev: "Después del accidente de Chernóbil, le dije al entonces director del OIEA, Hans Blix, "que era necesario crear una organización cuya función fuera tratar con accidentes" pero, evidentemente, no se ha creado.

[12]​ Greenpeace ya en el año 2001 advertía a la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos que el uso del combustible MOX - facilitado por la empresa francesa AREVA- debía abandonarse por su alto riesgo y dejar de enviarse a la central de Fukushima I ya que los reactores convencionales no estaban preparados para ese combustible.

El MOX, que producía mayor rendimiento energético, habría demostrado su inestabilidad y por tanto la dificultad de su control ya que sufría dos diferentes reacciones -la del uranio y la del plutonio- en un mismo reactor.