Apodado Sosó, Iósif se crio en un hogar violento, pues su padre fue incesantemente alcohólico y los golpeaba a ambos con frecuencia.
Antes de tener 10 años, Vissarión abandonó el hogar familiar (algunas fuentes dicen que fue rechazado por su esposa).
En 1888, ella logró inscribirle en un colegio especial, y, más tarde, con su apoyo materno, obtuvo una beca para estudiar en el Seminario Teológico de Tiflis, una institución ortodoxa georgiana que asistió desde los 16 años.
Estuvo tan enojada con Iósif cuando fue expulsado del seminario que se marchó fuera de Gori por un tiempo, sus amigos le llevaban comida.
[4] Más tarde, cuando Iósif (ahora conocido como Stalin) logró prominencia en el régimen comunista en la década de 1920, la instaló en un palacio en el Cáucaso, anteriormente utilizado por el virrey del zar Nicolás II.
Allí se dice que ocupaba solamente una pequeña habitación desde donde escribía cartas frecuentes (en georgiano, pues nunca consiguió aprender bien ruso) para su hijo y su nuera Nadezhda Alilúyeva, aunque Stalin visitó a su madre muy pocas veces después de la Revolución Rusa.