Yamnago

En 2006 se redescubrió la piedra que era, para los gennakenk, la dueña del lugar, y a quien le rendían tributo.

Claraz ([1865]:1988) explica el topónimo Yamnago como vocablo del idioma gününa yajetch, donde "yago" sería "beber" y "yamna", "correr".

Las libretas de Harrington contienen los relatos que le proporcionó, entre otros, José María Kual (Kalakapa), indígena pampa nacido en 1870, miembro de una prestigiosa familia gününa këna del linaje Kual, cacicazgo con territorialidad en esta región.

Kalakapa tenía una cicatriz grande en el dorso de una mano, herida producida voluntariamente para hacerse una sangría, pues con esto se conseguía suerte en la caza» (entrevista a José María Kual [Kalakapa], en Harrington, 1953).

La “tosca”, en realidad una toba o ceniza volcánica compactada, es un aspecto clave, dado que esta roca constituía “la carne” de Ülüngássüm, la deidad tehuelche, auto-petrificada.