Xenophyophorea

Superficialmente se parecen a esponjas, por lo que originalmente en 1889 fueron clasificados como poríferos, posteriormente como amebas con testa y después en su propio filo.

Abundantes aunque poco comprendidos, los xenofióforos son organismos delicados que presentan formas diversas.

Su cuerpo está constituido esencialmente por un fluido viscoso de citoplasma que contiene numerosos núcleos distribuidos uniformemente.

Todo ello está contenido en un sistema de tubos ramificados (denominado granellare) compuesto por una sustancia orgánica que actúa como cemento.

Esta característica también explica su nombre, que deriva del griego y significa "formador de cuerpos externos".

En este esquema Xenophyophorea se incluye en Monothalamea junto con los órdenes de foraminíferos Allogromiida y Astrorhizida.

[3]​ Dado que la clasificación de los foraminíferos todavía no está resuelta, siendo conservadores se ha mantenido a Xenophyophorea como clase independiente.