Wyatt Earp fue famoso en el Oeste estadounidense por su extrema dureza en el trato con aquellos que infringieran la ley, incorruptible y osado en sus procedimientos.
Era el tercer hijo de los granjeros Virginia Ann Cooksey y Nicholas Porter Earp, un exmilitar casado en segundas nupcias.
En 1876 entró a trabajar en la policía de Dodge City, Kansas, y en 1878 fue nombrado asistente del comisario Charles Basset.
A raíz de la muerte del comisario Ed Masterson durante su ausencia, Wyatt aprendió que si no era drástico, decidido y rápido en sus procedimientos no se iba a ganar el respeto de los bandoleros y eso le podría costar la vida.
Earp trabó amistad con Doc Holliday, un dentista convertido en jugador de póker y hábil con las armas, quien sería su más fiel amigo.
Wyatt Earp convivió con Josephine Sarah Marcus desde 1882, una bailarina de origen judío y expareja del comisario Johnny Behan.