Tom Smith

Los carteles puestos por las autoridades que advertían la ordenanza de no portar armas, eran agujereados a balazos.

Henry, al final, mandó un mensaje a Tom Smith para anunciarle su contratación.

En cierta ocasión, Smith confrontó al facineroso Big Hank Hawkins a quien demandó darle su pistola; pero ante la orden el tipo se negó.

Otro rufián era Wyoming Frank, quien se hizo presente en la localidad buscando un duelo con Smith.

Smith le demandó darle el arma; ante la negativa, el marshal le propinó un par de trompadas que botaron al sujeto, instante que aprovechó para quitarle la pistola.

Smith ganó reputación por la manera como ejercía la autoridad, pues prefería utilizar sus puños —en lugar de las armas— para reducir a los revoltosos.

En abril del mismo año, Wild Bill Hickok fue contratado para tomar el puesto de Smith, pero no llegó a tener el mismo desempeño del afamado Bear River.

El periódico Abilene Chronicle mostró estas palabras el 3 de noviembre: Tom Smith sería recordado, años después, por otro memorable residente, Dwight Eisenhower: