A menudo se comenta la relación especial del compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart con la ciudad y la gente de Praga (República Checa).
[1] Al parecer, Mozart dijo «Meine Prager verstehen mich» (mis praguenses me comprenden), un dicho que se hizo famoso en Bohemia.
[1] La orquesta y algunos melómanos afiliados costearon una visita personal de Mozart para que pudiera asistir a la producción.
Una ley extraordinaria exigía que los maestros de cada villa compusieran, ensayaran y representaran con sus estudiantes como mínimo una misa al año.
Todo esto fomentó en Praga el público entusiasta y entendido que más tarde acogió las óperas de Mozart cuando fueron representadas en la ciudad.