Se unió al ejército en 1802 y se dedicó a la enseñanza de matemáticas y física.
Al año siguiente presentó su primer electroimán:[2] un trozo de hierro con forma de herradura envuelto por una bobina enrollada sobre sí misma.
Demostró su potencia levantando 4 kg con un trozo de hierro de 200 g envuelto en cables por los que hizo circular la corriente de una batería.
Sturgeon podía regular su electroimán, lo que supuso el principio del uso de la energía eléctrica en máquinas útiles y controlables, estableciendo los cimientos para las comunicaciones electrónicas a gran escala.
Este dispositivo condujo a la invención del telégrafo, el motor eléctrico, y muchos otros dispositivos básicos de la tecnología moderna.